domingo, 10 de noviembre de 2019

La luz opaca que encubre a los servicios sociales


La luz opaca que encubre a los servicios sociales


Vamos a empezar con Juan Luis Vives, valenciano, radicado en Bélgica, que es considerado, el padre de las políticas sociales modernas.
De fe judía, se establece en Bélgica para huir de la Inquisición, es curioso que una persona que huye para poder ejercer su credo sea uno de los creadores de algunas de las ordenanzas que a lo largo del siglo XVI, se estaban implantando en Europa, así como del control y la vigilancia de la pobreza. Este señor considerado un humanista es el autor del libro que contiene la base de la existencia de los servicios sociales, El socorro de los pobres.
Los servicios sociales, son la institución moderna de la caridad, de la beneficencia cristiana, creado por la iglesia en su matrimonio sin divorcio con el Estado.
En la dictadura, estaban los orfanatos, muy parecidos a los centros de menores, que los diferencia del nombre, ya que lo que se nombra se vuelve real y a los centros de menores ya no se les llaman orfanatos en el juego sucio de conocer el silencio y el miedo, y afirmar que esas maneras de ayudar a los niñxs ya no existen, en estos sitios al igual que hoy, encerraron a niños hijos de madres solteras, niñxs hijxs de familias pobres y también de republicanos. Encerrando a niñxs hijxs de republicanos, queda clara una de las tareas de éstas instituciones, el encauzamiento de la conducta y la interrupción de la transmisión de valores que pueden ir en contra, en este caso, del régimen y hoy en diferencia a la organización social capitalista/colonial /patriarcal, a familias de cultura y formas de crianza distinta, específicamente de las personas migrantes. En los orfanatos para mujeres, la opresión patriarcal de cómo se construiría una feminidad es evidente, las que eran denunciadas por no seguir el modelo, se las enviaba muy jóvenes a castigarlas por no seguir el orden  patriarcal, eso es evidente, las chicas podrían ser enviadas ahí, por no razones que hoy nos parecerían excesivas, como no haber llegado una noche a casa, por fumar y evidentemente por ser trabajadora sexual. El orfanato, también tuvo una tarea que persiste hasta hoy, que quizá sea la más importante función de esta institución: el comercio de lxs niñxs. Tanto en el orfanato como en los centros de menores, los altos beneficios, es decir el negocio que supone encerrar a los niñxs son bastante fructíferos, estos niñxs pobres eran explotados en las tareas de servilismo dentro del inmueble, así como de esclavos, vendidxs a familias ricas para hacer las tareas domésticas así como para el abuso sexual. Hoy, estos niñxs son explotadxs para que las fundaciones que trabajan para estos centros de encerramiento reciban miles de euros, por el cuidado de estxs niñxs y también con fines de explotación sexual.*

Volvamos a Juan Luis Vives, el humanista. El adjetivo de humanista, pretende comenzar a revalorar, resignificar instituciones de encerramiento para su castigo, encauzamiento y comercialización, como los orfanatos y hospicios del siglo XVI hasta el XIX, estas instituciones necesitaban una renovación para su mayor eficacia. Si en el pasado el castigo era performático, en está renovación va a ser más bien simbólico. Los grandes shows de decapitaciones o mutilaciones en las plazas, que se hacían a modo de ejemplo disciplinario, no fueron realmente efectivas, pero sobre todo rentables. Los lugares de encerramientos estaban saturados de gente, la iglesia y el Estado ( la Monarquía) les estaba siendo imposible rentabilizar a toda esta gente que era improductiva para el régimen, a la que estaban alimentando y dando cobijo, sin recibir nada a cambio.
Aquí nace la frase: el trabajo dignifica y Vives nos afirma que la pobreza es un problema que se resuelve trabajando, no encerrando, ni torturando, ni asesinando. Entonces, la pobreza ha de empezar a ser rentable. Vives, descubre que la pobreza se ha convertido en ocio improductivo que el Estado ha de pagar. Así, las instituciones de control de la pobreza, se mutan en los servicios sociales, que clasificarán a los pobres fingidos (mendigos, personas sin capacidad de producción) a los pobres reales (personas que pueden producir). Vives vislumbra la nueva disciplina penal que es la que ejercerán los servicios sociales y por eso su luz es tan opaca. Se incorpora el elemento gratificación- sanción*
Primero sanciona, penaliza, castiga, pero en lugar de la violencia de lo performático, como los linchamientos en la plaza o la quema de brujas, sancionará con los elementos judeo-cristianos, encubiertos de progresistas, que nunca han fallado, como el bien y el mal resignificados. El castigo pasa de ser impuesto al individuo, a ser aceptado por el propio individuo (nunca sin la coacción de la que la institución siempre ha utilizado) mediante el estigma social de lo malo, la exclusión, el señalamiento de la comunidad/sociedad como alguien que ha de encauzar su conducta a la vista de todos, por medio de penas más efectivas y profundas como aceptar el delito, aceptar lo maligno y entregarse a las instituciones que redimirán su camino para ser una persona digna de convivir con su comunidad. Si el individuo retoma las recomendaciones de la institución, podrá de nuevo integrarse en su comunidad de una manera productiva y buena, (positiva) para una mayor efectividad y seguridad de no cometer más delitos. Y cumplir la meta final, ser productivo. Los servicios sociales se instauran desde los mismos principios de los que proceden, pero rehechos, siempre obedeciendo a sus fundamentos de base en las dualidades religiosas católicas del bien y el mal.
La beneficencia, el orfanato, el hospicio, no solo se renuevan como los nuevos servicios sociales, sus funcionarios también van a tener una renovación, seguirán siendo los vigilantes pero camuflados de un halo de lucha social en contra del maltrato de lxs más defavorecidxs. El el caso por ejemplo de policías o militares, la función de la institución está clara, reprimir, poner orden, utilización de la fuerza y la violencia para conseguirlo, un institución desde las izquierdas criticada y cuestionada. Las personas que entran en estas instituciones, están convencidas, la mayoría de su vocación, pillar a los malos, a pesar de lo polémico que les pueda parecer a sus familiares por ejemplo. Es decir, la policía nos deja claro su función represora, es evidente una luz clara. Es muy similar el sentido de vocación que tienen los trabajadores sociales ayudar, y con este sentimiento de superioridad moral serán enfilados en las filas de los vigilantes del Estado, que utiliza este sentimiento justiciero para poder vigilar de una manera más profunda.
Como dice Julio Rubio, el trabajador social, educador social es la solución que el Estado tenía para entrar a las casas, se les da la placa de policía de las familias y pueden entrar para que el Estado, saquée, robe y violente a las familias pobres.
A las familias pobres no nos gustan los servicios sociales, nunca nos han gustado, nunca hemos creído que sirvan para ayudarnos, todo lo contrario, por pura intuición sabemos que se llevan a los niñxs y pasan el dedo por los muebles para ver si tienen polvo, nos miran como pobres, nos tratan como pobres nos vigilan aunque siempre sonrían y se acerquen de manera amistosa a preguntar por nuestrxs hijxs. Toda madre que hace algo fuera de la regla, esta miedosa se lleven a lxs niñxs, es impresionante que hoy la figuira del trabajador social se haya ido vaciando de hacer represor, para convertirla en luchador social, es lo que tiene el Estado.
Los perfiles son muy diversos, pero como decía todxs tienen esta vocación de justicieros, han llegado a tanto, que algunos son activistas de los derechos humanos, creyéndose un personaje que ayuda a los demás o escondiendo las labores de represión que ejecuta con las familias. Los trabajadores y educadores sociales no llevan corbatas ni americanas, ni traen sus zapatos brillantes, el Estado los diferencia de ese perfil opresor y en sus filas hay gente que lleva rastas, que va en patinetes, que lleva ropa de comunidades latinoamericanas o africanas, llevan tatuajes, piercing´s incluso los podemos ver en las fiestas del barrio birra en mano y porro, practicando el poliamor también, la mayoría no son madres ni padres. Y el lunes, a salvar críos de sus malas madres, de sus salvajes madres drogadictas y putas, inestables.






El lunes citas con las familias que el Estado tiene tuteladxs a su hijxs. En un despacho sórdido con un ordenador, dos mujeres miran de arriba abajo a las madre para ver si viene o muy maquillada o si no se maquilló, si se duchó, si está atenta a lo que decimos, inspeccionarla bien, se les puede escapar algo




¿Tienes pareja, cuanto tiempo llevas con ella? (Eso de que se este acostando cada día con uno diferente está muy mal)
¿Cómo vas con lo del trabajo, te gusta ser reponedora, dependienta o limpiadora? Estamos muy orgullosas de que tengas trabajo, eso habla bien de ti.
Cuéntanos sobre tú nueva pareja, que expectativas tienes, vosotras las latinas sois mas ardientes y vais mas rapido en las relaciones, nosotras somos más de tomárnoslo con calma ( da gracia, que una mujer de feo rostro con cero capital erótico dice que ella va poco a poco con los hombres, me da la impresión que no tiene muchos encuentros amorosos)
No te lo he dicho por nada, es por tú bien, no quiero que vayas a tener alguna recaída por esto. El que respondas de una forma tan desagradable, por las cosas que se te recomiendan, nos demuestra que no estás preparada para juntar a tu familia, necesitas más terapia para que puedas controlar el temperamento que tienes, no puede ser que se te haga una recomendación para el bien tuyo y de tú familia y reacciones así.
A nosotras solo nos importan tus hijxs, y no vemos que estés lista para cuidarlos.

Es evidente que ejercer el poder no deja indiferente a nadie, el clasismo, la arrogancia con las que son tratadas las familias por estos vigilantes es escandalosa, la misoginia con la tratan a las madres después de un 8M histórico donde los carteles de #YosíteCreo pueden verse en instalaciones donde interrogan a las familias (incluyendo a lxs niñxs, que los interrogan dos adultas y la niña sola) como en la EAIA (Equipo de atención a la infancia y adolescencia)
Los trabajadores sociales no están para ayudar, están para vigilar, para juzgar y por supuesto para castigar, esa es su función en la institución patraircal de (des) Protección a Menores.



Continuará....
Descripción de centros de menores y las funciones de los educadores y trabajadores sociales ahí, así como en las casas de protección de víctimas de violencia de género donde los armarios de la comida están con candados, que las trabajadoras sociales son las que llevan las llaves cual institutrices vestidas de hippies.







https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-06-12/internado-miedo-abusos-sexuales-esclavos-victimas-horror_1214802/

https://www.lavanguardia.com/sucesos/20160811/403850406277/pornografia-infantil-ninos-tutelados-generalitat.html












No hay comentarios:

Publicar un comentario