martes, 26 de febrero de 2019

Cómo ser una trabajadora sexual migrante y no ser rescatada en el intento

Este miércoles 27 de febrero a las 19 horas en la Casa de la Mujer, en Zaragoza, junto con aliadas presentamos una mesita redonda Derechos y Trata, una visión feminista.
Como trabajadora sexual, contaré más bien mi experiencia y posterior reflexión (¡sí, sorpresa, las putas reflexionamos!) personal en la industria así como las estrategias que muchas de mis compañeras y yo utilizamos para poder venir a trabajar aquí, pero también como nos sentimos en esta Europa, que sentimos ante la condescendencia permanente, ante las miradas de extrañeza de nuestros cuerpos y color de piel, el intento constante de rescatesalvaciónpor personas de moral uniforme. Cómo hemos sobrevivido a la ley de extranjería, a las industrias del rescate y de la pobreza, en fin, como ser una trabajadora sexual migrante y no ser rescatada en el intento.
La ley de extranjería es un blindaje para las personas pobres del sur global, que encierra modelos coloniales y racistas. Esta ley persigue y encierra, no solo a adultos sino también a niños y en muchos casos termina en asesinatos. En el caso de las personas latinoamericanas, así como las personas africanas, de territorios colonizados, es una forma de neocolonialismo. Estos territorios han sido y siguen siendo saqueados por el Reino de España, así como por la República Francesa y está ley es una forma de controlar y violentar la forma en que estas personas intentan entrar en los países colonizadores y una forma contemporánea de colonialidad. Donde los buenos e inteligentes sujetos son los blancos y los pobres analfabetos seguirían siendo los colonizados.


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